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Claves de la prevención de dificultades en la lectoescritura durante la etapa infantil

Trabajar desde una edad temprana las habilidades perceptivo-motrices de los niños ayuda a prevenir dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura. ¡Te mostramos cómo hacerlo!
Infantil

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niño haciendo un recorte de papel

En la etapa infantil es fundamental que los alumnos desarrollen las capacidades que posteriormente, en la etapa de primaria, les van a permitir ser competentes en lectura y escritura. Es un periodo igualmente fecundo como crítico para asegurar los cimientos de habilidades cognitivas, sociales y socioemocionales. Mulas y Hernández (2004) acentúan la importancia de la prevención de dificultades de aprendizaje en los alumnos de la etapa infantil, ya que:

«La enorme plasticidad de su sistema nervioso central implica que su cerebro se vuelva más vulnerable a situaciones de riesgo, que puedan retrasar su sistema madurativo y, como consecuencia, se produzcan deficiencias transitorias o permanentes.»

En tekman somos conscientes de la trascendencia de esta etapa, y hemos apostado por crear actividades y materiales que faciliten a los maestros trabajar desde un enfoque preventivo, para evitar que se produzcan problemas en el aprendizaje de la lectura y la escritura.

¿Por qué es importante trabajar la prevención de dificultades en la lectoescritura?

Todos sabemos que el desarrollo de la lectoescritura es la base de un aprendizaje mucho más amplio. Los niños que desarrollan habilidades sólidas en la escritura y la lectura desde una edad temprana tienen unos cimientos firmes para adquirir conocimientos en otras áreas. Si los alumnos no tienen este desarrollo consolidado alrededor de 2.º de primaria tendrán dificultades en su desarrollo tanto académico como emocional, puesto que su autonomía y confianza en sí mismos se verán afectadas.

Si detectamos dificultades de aprendizaje en la lectura y escritura en segundo ciclo de educación primaria, seguramente nos enfrentaremos a un problema muy complejo que requerirá mucho más tiempo de intervención.

Por eso es muy importante trabajar de manera preventiva. Para ello hay que tener muy claro cuál es el proceso de aprendizaje de la lectoescritura en cada edad. Para cada curso, deberemos ser capaces de trabajar los aspectos predictores de una buena comprensión lectora, así como las habilidades de escritura necesarias para superar con éxito este proceso complejo que abarca todo infantil y parte de primaria, y que se seguirá perfeccionando a lo largo de toda la vida.

¿Cuáles son las dificultades más comunes en el desarrollo de la lectoescritura?

Aprender a leer y escribir es un proceso complejo, que requiere el desarrollo y la práctica sostenida de habilidades visuales, auditivas y grafomotrices de manera sistematizada y sostenida en el tiempo, ya que se inicia en infantil y no finaliza, aproximadamente, hasta los 8 años. Para conseguir que los alumnos desarrollen las competencias de lectura y escritura en 2.º de primaria, hay que asegurar el desarrollo de los códigos comunicativos: conciencia fonológica, conciencia ortográfica, conciencia de las palabras, conciencia sintáctica, decodificación rápida, comprensión verbal y conciencia pragmática (Isabel Solé, 2012).

Así pues, muchas de las dificultades de comprensión lectora, por ejemplo, tienen su origen en infantil, en el bajo nivel del desarrollo lingüístico desde la oralidad, de la conciencia fonológica o del conocimiento de las letras. Durante el desarrollo de estos aspectos se encuentran dificultades relacionadas con la maduración en capacidades como la memoria de trabajo, la discriminación visual o la psicomotricidad.

Si queremos prevenir las dificultades en estas capacidades, deberemos trabajar aspectos como la motricidad fina, las praxias bucofonatorias, la coordinación óculo-manual, los movimientos sacádicos de los ojos, de seguimiento y fijación o de lateralidad, entre otros.

Cómo trabajar la prevención de dificultades en la lectoescritura

Nuestra postura desde tekman es muy clara: con Ludiletras, nuestro programa para aprender a leer y a escribir en infantil y en primer ciclo de primaria, introducimos una gran cantidad de recursos que eviten la aparición de dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura. El objetivo es proporcionar actividades de prevención para reducir posibles dificultades y ayudar a una correcta adquisición del lenguaje escrito.

Una de las premisas principales de las actividades de prevención de dificultades es que trabajen capacidades específicas que condicionan las habilidades lingüísticas. Otro aspecto importante es plantearlas desde una vertiente lúdica y motivadora, como una actividad más dentro del proceso de aprendizaje. Además, es importante que el maestro acompañe de cerca el desarrollo de la actividad, para identificar a los alumnos con dificultades. Para ello, se pueden plantear como un centro de aprendizaje o rincón de trabajo supervisado por el maestro. Por último, no se debe temer a la repetición sistematizada de estas actividades a lo largo de las semanas, pues es a través de la práctica que los alumnos convertirán su capacidad en habilidad.

Estas son algunas de las actividades que proponemos en Ludiletras para trabajar la prevención de dificultades:

  • Para 3 años: para prevenir dificultades bucofonadoras proponemos ejercicios como soplar una vela, para que los niños sean conscientes del aparato fonador y articulatorio. Además, para trabajar la motricidad fina planteamos acciones como rasgar papel, tablillas para coser, etc.
  • Para 4 años: prevenimos dificultades oculomanuales y dificultades de movimientos sacádicos, de seguimiento y fijación. Ello se puede trabajar a través de actividades como la Estrella numerada, donde los alumnos deben dirigir su mirada al número que se indique de la estrella, tratando de ser precisos y rápidos. También pueden seguir el recorrido de una letra, tirar una pelota a un punto específico, etc.
  • Para 5 años: evitamos la aparición de dificultades de lateralidad, que se comienza a definir entre los tres y cinco años. Los niños con una lateralización bien definida tienen una buena organización psicomotora, lo que les permite realizar algunas tareas de aprendizaje con mayor facilidad, como coordinar el movimiento de la mano con la mirada para escribir y comprender conceptos espaciales.

Estas actividades se diseñan siguiendo las características expuestas anteriormente y se plantean en diferentes momentos de la sesión.

En suma, resulta fundamental tomar conciencia de la maleabilidad cognitiva de los niños durante la etapa infantil y de la variedad de ritmos de aprendizaje dentro del aula, para poder prevenir eficazmente la aparición de dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura. Con Ludiletras se respeta el proceso natural de adquisición de la lectura y la escritura, atendiendo a la diversidad en el aula y proponiendo una gran variedad de actividades y recursos que aseguren el correcto desarrollo de habilidades escritas y lectoras.


Isabel Solé (2012). Competencia lectora y aprendizaje. Revista Iberoamericana De Educación, 59.

Fernando Mulas & Sara Hernández (2004). Bases neurobiológicas de la atención temprana. En Manual de atención temprana. Ediciones Pirámide

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