Muchas veces asociamos la inteligencia lingüística con el mundo de las letras y de la literatura, pero la realidad es que estas habilidades son solamente la punta del iceberg de la inteligencia lingüística.
En el artículo de hoy, vamos a ver en qué consiste la inteligencia lingüística y qué actividades podemos poner en práctica en el aula para mejorar sus habilidades, incluso en las materias menos esperadas.
Qué es la inteligencia lingüística
Nos referimos a la inteligencia lingüística cuando hablamos de la capacidad de comunicarnos, tanto de manera verbal, como por escrito. Las personas que tienen facilidad para esta inteligencia, no solo muestran habilidad en las materias relacionadas con los idiomas, también en comunicarse y socializar en general.
¿Por qué? Pues porque la inteligencia lingüística está asociada a poder expresar nuestro lenguaje y en la habilidad de poder exponer nuestras ideas e, incluso, para poder conseguir ciertos objetivos a través de la persuasión.
De hecho, es tan importante para nuestro día a día que incluso la nueva ley LOMLOE la ha clasificado como una de las 8 competencias clave para el aprendizaje.
Por qué es tan importante la inteligencia lingüística
Como decíamos al inicio del artículo, no solo es relevante para poder profundizar mejor en los textos o en los ejercicios relacionados en clases de lengua o literatura. También es una habilidad muy necesaria para la gestión de proyectos, ya que cuanto más claro es el mensaje, menos conflictos habrá… Y mejor fluirá la cooperación o colaboración entre los estudiantes.
Por lo tanto, estamos delante de una competencia transversal para la formación de cualquier estudiante y para su correcto desarrollo, incluso una vez haya terminado la etapa formativa.
Comprender el estilo y el registro del lenguaje nos permite adaptarnos a las situaciones, así como mejorar nuestra relación con los demás. Y, como es bien sabido, los humanos somos seres sociales. Necesitamos esta habilidad para tener, a la larga, una vida llena y sin malentendidos innecesarios.
Actividades para mejorarla
Es posible mejorar la inteligencia lingüística en distintas áreas, ya que al tratarse de una competencia transversal, se puede trabajar incluso desde una materia inesperada como las matemáticas.
¿Cómo? A través de, por ejemplo, el aprendizaje por proyectos o el trabajo colaborativo. Al final, en todos los ámbitos de la vida, el estudiante debe comunicarse para superar un reto. Esta manera de trabajar la encontramos en programas como Superletras y ONMAT, donde la correcta comunicación entre los compañeros es decisiva.
Sin duda, hay muchas maneras de trabajarla, y por eso vamos a compartir contigo algunas ideas para que puedas ponerlas en práctica.
Practicar una obra de teatro
Leer en voz alta o establecer lecturas de ficción son buenas maneras para aprender otras maneras de expresarse… Y las obras de teatro también son una manera muy divertida para entrenar este tipo de inteligencia. Cada actor o actriz deberá trabajar el tono y el registro de la obra. De este modo, se trabaja de manera natural la comunicación verbal y corporal.
Participar en debates
Otro buen ejercicio para practicar la comunicación verbal es incitar la creación de un debate. Por ejemplo, si trabajáis en clase por proyectos, al finalizarlo puedes pedir a cada grupo que exponga sus conclusiones y que defiendan su posición.
No solemos estar acostumbrados a rebatir argumentos, pero a la larga es una habilidad que podrá ayudar al estudiante a tener un pensamiento más crítico y autónomo.
Crear de un diario
Escribir un diario es una actividad que no solo ayudará a los estudiantes a mejorar su inteligencia lingüística, sino a poner nombre a sus emociones y sensaciones. Este tipo de actividad permite tomar consciencia de su mundo interior, para enfrentarse mejor a futuros retos, y así entrenar la inteligencia emocional.
Trabajar en grupo
Y, por último, trabajar en grupo, ya sea de manera colaborativa o cooperativa, es una excelente forma de entrenar este tipo de inteligencia. La comunicación es un pilar fundamental para que un equipo funcione, y los estudiantes deberán proponer, debatir y pactar la manera de trabajar.
La inteligencia lingüística: una competencia clave en toda regla
Como hemos podido ver, la inteligencia lingüística no solo se centra en habilidades relacionadas con las lenguas… Si no que es una competencia clave que cualquier estudiante deberá entrenar, para poder mejorar su relación con el mundo.
¿Cuántas veces habremos vivido malentendidos por no expresar de manera correcta lo que queríamos decir? Gracias al nuevo enfoque que recomienda la LOMLOE y a los programas que se proponen desde tekman, cada vez será más fácil seguir cultivando todas las competencias clave de cada estudiante.