La nueva ley LOMLE ha traído varios efectos a la hora de organizar tanto las etapas educativas, como la obtención de títulos. Pero más allá de estas modificaciones, también ha afectado a las competencias clave y al modo de evaluar a los alumnos. En este artículo, te explicamos cuáles son las competencias clave y qué deberías tener en cuenta a partir de ahora como docente.
Qué son las competencias clave
Las competencias clave son parámetros que marcan los conocimientos y habilidades transversales que los estudiantes deberán superar durante su periodo en la escuela. Están más enfocadas al desarrollo personal del alumno y a darle las herramientas para ser una persona más implicada y participativa, incluso después de su etapa de escolarización.
De este modo, el estudiante sale mucho más preparado de la escuela, para enfrentarse a los retos que se presentan en un mundo globalizado y tecnológico como el actual.
En esta nueva manera de enfocar la educación, también encontramos el concepto de “Descriptores Operativos”. ¿Conocías el término? Es una recopilación detallada de las capacidades y conocimiento que debe adquirir el estudiante al final de cada etapa educativa. A partir de estos Descriptores Operativos, se pone en práctica la ingeniería reversa para establecer las competencias clave de cada área.
Por otro lado, se eliminan las pruebas finales de las etapas y la clasificación de las materias (entre troncales, específicas o de libre elección). Es decir, se apuesta por entrenar aptitudes de manera progresiva y transversal entre todas las materias.
En definitiva, a través de la ley LOMLOE también se tienen en cuenta habilidades fundamentales como los hábitos de trabajo, el respeto a otras personas, la digitalización de la actividad de los alumnos…
¿Cuáles son las competencias educativas?
A través de estos cambios, el gobierno recomienda ampliar la mirada hacia una educación transversal, que permita a la persona seguir formándose, incluso después de terminar su etapa académica.
Además, las competencias clave sugeridas no solo se enfocan en algunos conocimientos base, sino que también se sugiere trabajar otras aptitudes vinculadas a los distintos tipos de inteligencia.
Pero, ¿cuáles son estas 8 competencias clave? Te las explicamos a continuación.
Competencia en comunicación lingüística
Se refiere a la capacidad que tiene el estudiante de comunicarse, tanto oral como por escrito, con el lenguaje, adecuándose al contexto y al registro. Nuestros programas como Ludiletras o Superletras se enfocan en este tipo de competencias clave.
Competencia plurilingüe
Otra competencia clave que se contempla es el hecho de que el estudiante también pueda entender y comunicarse en una lengua extranjera. Además, también se tendrá que trabajar la cultura de cada lengua extranjera, para poder cultivar de este modo la diversidad lingüística.
Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología (STEM)
Según esta competencia clave, el alumno debería ser capaz de realizar operaciones y razonamientos matemáticos, al menos para poder hacerse las preguntas adecuadas y resolverlas. De este modo, el alumno trabaja una actitud crítica frente a los datos que trabaja.
Algunos programas Emat y Onmat de Tekman son ideales para cumplir este propósito, ya que permiten aprender matemáticas, relacionando los conceptos con problemas cotidianos.
Competencia clave digital
Las nuevas tecnologías no solo han llegado al ámbito laboral y cotidiano, también en el educativo. Para que el alumno pueda aprender a utilizar e interpretar de manera correcta la información que encuentre online, también es necesario que aprenda a identificar las fuentes y fiabilidad del contenido.
A través del uso de nuevas tecnologías en educación, se cultiva una actitud para cuestionar los datos y hacer un uso más responsable de las nuevas tecnologías, en todos los ámbitos de su vida.
Competencia clave personal, social y aprender a aprender
Quizás esta sea una de las habilidades más importantes que tendrán que desarrollar los niños y adolescentes. ¿Por qué? Porque hoy en día el aprendizaje debe ser a lo largo de toda su vida.
El aprendizaje debe ser continuo y no hay mejor manera de asegurarse de que lo sea, que dando las herramientas adecuadas a los alumnos. De nuevo, propuestas como el ABP ayudarán al estudiante a aprender a buscar sus propias fuentes de información y desarrollar sus capacidades de aprendizaje, así como cooperar e interactuar con sus compañeros.
Competencia clave ciudadana
Esta competencia está estrechamente relacionada con la inteligencia emocional, ya que entra en juego la empatía y el autoconocimiento de la persona.
Entrenar esta competencia, permitirá a los alumnos colaborar con mayor confianza y seguridad, para crear proyectos en equipo. Además, su objetivo es que el estudiante tenga una actitud activa y responsable frente al desarrollo de la sociedad, a lo largo de su vida.
Competencia clave emprendedora
Y otra de las aptitudes más relevantes a cultivar son los valores intrínsecos para llevar a cabo cualquier acción. Hablamos de proactividad, creatividad, perseverancia, control en uno mismo… Habilidades que están relacionadas con todos los ámbitos de la vida, tanto educativos como externos, y que también podrán entrenar con propuestas como el ABP.
Competencia clave de consciencia y expresión cultural
La cultura es una parte central en cualquier sociedad, y aprender a apreciarla y comprenderla ayudará a los alumnos a manejarse mejor en su día a día. Ir a museos o analizar obras de arte puede ser una buena manera de cultivar esta habilidad.
El enfoque de la nueva ley LOMLOE
Como puedes ver, el enfoque de estas competencias clave es totalmente distinto a la clásica aula donde el docente recita su materia. Ya hace años que la realidad en las clases está cambiando, apostando hacia una educación que no solo enseñe conceptos, sino para que se entrenen habilidades para toda la vida.
De hecho, según el Ministerio de Educación y Formación Profesional, este enfoque no solo se centra en el aprendizaje de los alumnos, sino también el desarrollo personal, social y profesional que los ciudadanos necesitarán frente a un mundo cada vez más globalizado y cambiante.
Así pues, esta nueva ley permite que el alumno cultive estas competencias para toda la vida, y para que en el día de mañana sea capaz de seguir formándose, adaptándose en un mundo cada vez más oscilante y tecnológico.