¿Y si los niños pudieran aprender matemáticas jugando? No te lo imagines porque es real. En EMAT creemos en los juegos como herramienta esencial para alcanzar el aprendizaje. Porque garantizando la diversión también estamos garantizando que el alumno aprenda de forma eficaz. ¿Participas?
Juegos y manipulación, uno de nuestros puntos de partida para las matemáticas
La partida del aprendizaje se fundamenta en el juego y la manipulación. A partir de ahí, EMAT ofrece un programa con un amplio abanico de recursos, como canciones, vídeos y material de PDI, para que cada sesión sea lo más fructífera posible. Los juegos manipulativos son nuestra casilla de salida: gracias a ellos los alumnos aprenden las mates desde otro punto de vista. Así es cómo descubren los atributos de las formas geométricas, cómo desarrollan la memoria y la participación, o cómo entienden que las matemáticas forman parte de su día a día.
De la misma manera, en EMAT también potenciamos el trabajo cooperativo para que los alumnos participen y aprendan de forma distendida, y, a la vez, para que el profesor tenga la posibilidad de evaluarlos durante la actividad.
Repasar los conceptos de manera cíclica para llegar a la casilla final
Si bien los juegos manipulativos son una herramienta imprescindible para aprender y entender los conceptos, el aprendizaje cíclico también es fundamental. Trabajar los contenidos una y otra vez desde que el niño se encuentra en edad infantil es clave para que adquiera los diferentes niveles de aprendizaje y alcance la creatividad.
En el caso de aquellos conceptos más complejos de entender, el aprendizaje cíclico se vuelve una pieza esencial de la metodología, ya que permite a los niños absorberlos sin que les resulte complicado. De esta manera, trabajarlos de forma gradual, continuada y en diversidad de situaciones hace que los procesos de aprendizaje sean mucho más fáciles para los alumnos. El objetivo es que se familiaricen rápidamente con los conceptos y, por lo tanto, que los puedan aprender de forma eficaz. ¡Y con EMAT lo conseguimos! ¿Quién dijo que las matemáticas son aburridas?