Para fomentar el aprendizaje cooperativo no basta con que propongamos a nuestros alumnos realizar un trabajo y observar qué sucede. Necesitamos una organización previa. Es imprescindible marcar unas pautas que nos nos permitan organizarnos, definir objetivos, controlar los tiempos, desempeñar roles y crear interdependencias positivas entre los miembros del grupo. Sólo se pueden lograr los objetivos grupales si cada miembro logra alcanzar los suyos propios.

Por este motivo es tan necesario organizar previamente los roles y las tareas de cada miembro. Te presentamos una propuesta de roles para los alumnos en nuestro programa de matemáticas ONMAT. Aunque, por supuesto, como profesores, podemos crear roles nuevos.

¿Sabes cuáles los roles del trabajo cooperativo? ¡Te los explicamos!

Roles del trabajo cooperativo en el aula

Rol de supervisor

• Supervisa el tono de voz.
• Vigila el nivel de ruido.
• Da el turno de palabra.
• Controla el tiempo.
• Mantiene el orden y la limpieza.

Rol de mediador

• Fomenta la participación.
• Crea un buen ambiente.
• Organiza las actividades.
• Anima al grupo.
• Ofrece soporte.
• Media en los conflictos

Rol de reportero

• Comprueba que todos hayan entendido las explicaciones.
• Recoge las aportaciones.
• Plantea preguntas.
• Representa al equipo en la asamblea.
• Asegura que el producto final reúne las contribuciones de cada miembro del equipo.
• Verifica que el resultado final esté cuidado.

Rol de líder

• Dirige las actividades y la evaluación grupal.
• Revisa los compromisos y las tareas pendientes.
• Anima a mejorar.
• Conduce las discusiones.
• Actúa en nombre del grupo.
• Pide ayuda antes de preguntar al maestro.ç

El aprendizaje cooperativo es una de las bases pedagógicas de Inspira. Durante el transcurso de los 6 proyectos por curso que proponemos, las técnicas cooperativas son constantes para que los más pequeños vayan adquiriendo habilidades sociales, valores y actitudes basadas en el respeto mutuo, la empatía y el compromiso.

En Inspira te ofrecemos estrategias y juegos de conocimiento y cohesión para que puedas ver la interacción que hay entre los miembros del grupo y sus habilidades, su nivel madurativo y las inteligencias múltiples en las que destacan. ¿Para qué? Precisamente para que, después de estas estrategias, que se hacen al inicio del curso en Inspira, puedas observar con tranquilidad y valorar qué equipos base se pueden crear para que sean heterogéneos (para atender mejor a la diversidad en el aula) y que el aprendizaje sea verdaderamente significativo.

A continuación te explicamos algunos de los juegos y dinámicas que llevamos a cabo en Inspira al inicio de curso para fomentar el conocimiento entre tus alumnos, valorar la cohesión que hay entre ellos y crear los equipos base:

1. ​La pelota. El primer paso es dibujar un círculo en el suelo, y los alumnos y las alumnas se colocan alrededor. Un alumno o una alumna, con una pelota, se coloca en el centro del círculo, dice su nombre y, a continuación, el nombre de algún compañero o compañera, al cual le tira la pelota: «Me llamo Enrique y paso la pelota a María», sería.
   
   A continuación, la persona nombrada, se sienta dentro del círculo. María repite la acción de su compañero, diciendo el nombre de otro niño o niña, para que se siente a su lado. Daremos por finalizado el juego cuando todos los alumnos y las alumnas están sentados dentro del círculo. Se puede cronometrar el tiempo que tardan hasta que todos estén sentados: cuanto menos tarden, más se conocen, etc.
2. La telaraña. En la dinámica de ‘la telaraña’ todos los alumnos se colocan en un corro. El docente tiene un ovillo de lana y se presenta diciendo su nombre y destacando algún aspecto de su personalidad o alguna afición. Después, agarrando el extremo del ovillo, lanza éste a uno de los alumnos que también se presenta, sosteniendo el hilo y lanzando de nuevo el ovillo. Al final, se habrá creado una telaraña y se destacará por parte del profesor o de la profesora que todos somos importantes para sostenerla y que si uno de nosotros falla y suelta el hilo todo se deshace. ¡Es una forma genial de crear un grupo en el que la colaboración de cada uno es necesaria!
3. La maleta. El docente, un día, lleva una maleta a clase y delante de todos los estudiantes saca de ella tres objetos, especialmente significativos para él o ella: por ejemplo, unas botas de montaña, porque le gusta mucho el excursionismo; una novela que le agrada especialmente, etc.. De vez en cuando, invita a un alumno o a una alumna para que haga lo mismo: llevar tres objetos especialmente importantes para él. Los demás pueden hacerle preguntas sobre estos objetos. De esta manera, todos los niños y niñas acaban llevando a clase, un día u otro, la maleta llena de sus objetos preferidos.
   
4. El puzle. La dinámica de ‘el puzle’ empezará repartiendo unas imágenes divididas en cuatro partes. Cada niño o niña intentará encontrar a los compañeros/as con los que completar una imagen. Cuando ya tengan la imagen completa, toca comentar qué relación hay entre unir la fotografía y el aprendizaje cooperativo. Una persona del grupo lo explicará a los demás.

Y tú, ¿cómo trabajas el aprendizaje cooperativo en el aula? ¿Tienes otros métodos que quieras compartir con nosotros? No dejes de explicárnoslo en el espacio que encontrarás más abajo. Además, si haces clic en el banner que encontrarás justo debajo de estas líneas podrás descargarte un par de actividades para seguir descubriendo Inspira.